La subida de tipos de interés en las hipotecas variables, aquellas que quedan sujetas al Euribor al que se le suma un diferencial, ha supuesto un aumento del importe de la cuota que en ocasiones desborda la capacidad económica de los deudores.
Si es tan importante su subida, y además la familia tiene una situación desfavorable, las normas les permiten solicitar al banco un aumento de plazo, un cambio a tipo fijo, una reducción de tipos….
Pero si la familia deudora no está en situación de desamparo, lo que tiene que hacer es solicitar y acordar con su banco una NOVACIÓN, es decir, un cambio de tipo de interés variable a fijo. Este cambio puede ser por todo el tiempo que queda de pago de la hipoteca, lo que los banco sólo conceden a un tipo fijo alto, o lo que los bancos están más proclives a conceder, que es un tiempo de tipo fijo (un año, tres años, cinco años…) y el resto a tipo variable (Euribor a 12 meses a los que se le suma un diferencial).
Cuando solicite la Novación, infórmese bien del nuevo tipo aplicable, porque suele ir unido a bonificaciones, lo que le supone contratar determinados productos del banco: seguros de vida, alarmas, uso de tarjetas de crédito… Estos productos para bonificar deben estar vigentes durante el resto de plazo y, si dejar de tenerlos contratados, la cuota le sube pues pierde las bonificaciones.
En todo caso, reciba la información de su banco y tome la decisión que más se adapte a su situación. La información debe recibirla y estudiarla con detenimiento: sólo firme cuando tenga todos los extremos claros y pregunte cualquier cuestión que se le plantee a su banco y al notario ante el que firma.
Blanca Entrena Palomero
Notaria de Madrid